El estudio de la evolución proporciona un ejemplo excelente de cómo trabajan los científicos. Observan la naturaleza y formulan preguntas que ponen a prueba el mundo natural, evalúan esas
preguntas mediante experimentos y nuevas observaciones, y elaboran explicaciones sobre la evolución basadas en las pruebas obtenidas.
A medida que reúnen más resultados y conclusiones, los científicos van refinando sus ideas y las explicaciones se modifican o, a veces, se rechazan cuando salen a la luz pruebas contradictorias
concluyentes. No obstante, algunas explicaciones científicas están tan establecidas que es poco probable que sean modificadas por nuevas pruebas. Es entonces cuando la explicación se convierte en
una teoría científica. En el lenguaje común, teoría significa suposición o especulación, pero en la ciencia no. En ciencia la palabra teoría se refiere a una explicación completa de una
característica importante de la naturaleza y se basa en multitud de hechos reunidos a lo largo del tiempo. Las teorías también permiten a los científicos hacer predicciones sobre fenómenos que
todavía no se han observado.
La teoría de la gravedad es un buen ejemplo. Tras cientos de años de observación y experimentación, los hechos fundamentales de la gravedad son bien conocidos. La teoría de la gravedad es una
explicación de estos hechos y los científicos utilizan esta teoría para hacer predicciones sobre cómo actuará la gravedad en circunstancias diferentes. Estas predicciones se han comprobado en
infinidad de experimentos, lo que ha confirmado aún más la teoría. La evolución se basa en unos fundamentos igual de sólidos de observación, experimentación y confirmación de las pruebas.
En el següent enllaç tens informació resumida del famós cas de l'home de Piltdown, un dels majors fraus que ha produït la ciència:
En el següent enllaç pots consultar un arbre que arreplega la història del pensament evolutiu des del segle XIV fins a l'actualitat.